Dia 4: Este conflicto, esta ocupación, este colonialismo ¡esta resistencia!

Publicado: 14 agosto, 2013 de accionenredinternacional en Sin categoría

Desde que llegué a Palestina no he conseguido sentarme tranquilamente a escribir aquello que estoy viendo y viviendo. No porque no haya tenido ganas o tiempo, sinceramente porque es tan abrumador todo, que cuesta encontrar la lógica (quizás no la tenga) y las palabras (que suelen quedarse cortas) para expresar esta realidad.

 

El paisaje arañado y rasgado por ese monstruo de hormigón que dibuja el drama en Palestina, el vomitivo checkpoint en un autobús desde Belén a Jerusalem protagonizado por dos soldados israelís armados hasta las cejas, que siguen su “protocolo de seguridad” con humillantes gestos hacia los palestinos; la ocupación de colonos israelís en unas de las casas más antiguas de la ciudad vieja de Jerusalém y custodida por un impertinente soldado israelí -también y tan bien aramado- que nos recordó que “les expulsamos de España hace 800 años”; son solo algunas de las imágeness o historias que rondan en mi cabeza en apenas 4 días que llevo aquí.

 

Este conflicto, esta ocupación, este colonialismo, es tan maquiavélico e inhumano que empecé a necesitar un testimonio que me dijera que no es posible, que esto no está pasando, o en el peor de los casos, que pronto acabará. Pero imagináos, si yo siento eso, qué sentirán quienes lo sufren cada día, es decir, los palestinos, ¿Cómo iba yo a pedirles consuelo? La lógica no alcanza a comprender todo este desastre, aunque al menos la mía me permite distinguir entre ocupante: Israel, y ocupado: Palestina.

 

Con ese sentimiento abrumador, comencé hoy el día. Yaser, nuestro compañero y amigo palestino nos tiene preparado un sitio especial, el pueblo donde nació (ya bajo la ocupación).

Al Hass, es un pueblo habitado por unas 500 personas que en 2004 fue rodeado por el muro israelí y dividido en dos, dando lugar a otro pueblo, Noaman con unos 60 habitantes. Yaser, nos señala desde el otro lado, el checkpoint construido justo encima de las tierras de su padre donde cultivaba para su familia y obviamente fue expropiado. Ese control es especial para los habitantes del pueblo, nadie que no sea de allí puede cruzarlo, incluídas ONG o las ambulancias; los niños y niñas para ir al colegio tiene que pasar lista cada día por ese puesto de control. El pueblo, pese a ser zona de Jerusalem, no tiene la identificación que les permite viajar a la “ciudad santa”, Israel también controla el paso del agua, además prohíbe la construcción de sus depósitos y de casas e invernaderos. Es un pueblo asfixiado, no solo rodeado por el muro, también invadido por un asentamiento israelí. Esto, ha provocado que la mayoría de la población joven emigrara para poder vivir. “ Creo que en diez años, estas casas estarán vacías, no se puede vivir ahí” nos decía Yaser.

Este es un ejemplo de la estrategia de Israel: estrangular los pueblos palestinos para que luego desaparezcan y su población se vea obligada a hacinarse en guetos.

En Al Hass, desde dónde contemplábamos todo, la situación no era mucho mejor. Allí estaba sin habitar la casa que construyó el primo de Yaser para él y su familia, Israel mandó una orden de demolición “por motivos de seguridad al estar demasiado cerca del muro”, en este caso de la alambrada. Efectivamente estaba cerca, como también lo estaba de la casa de otro familiar, a tan solo 10 metros de distancia, separados por la valla. Una vez más ese muro que desgarra el paisaje (y a mi también).

Pero seguimos observando y escuchando para lograr entender esta situación, que insisto, se escapa de la lógica.

Hoy tuvimos la suerte de poder reunirnos con varias personas y escuchar diferentes aspectos.

Nasser Ibrahim, es sociólogo palestino que nos ofreció un interesantísimo recorrido histórico del conflicto sin esconder, eso si, su ideología “panarabista”. En nuestro encuentro, por qué no decirlo, tampoco pudo evitar mostrar su simpatía al régimen Al Assad en Siria o su apatía por el conflicto del Sáhara, cuando le preguntamos por ello.

Nos encontramos también con Ra Na una joven palestina activista, que en un castellano perfecto (tras vivir en Barcelona un año) hizo una crítica -sin pudor y con total cordura- de la ocupación que sufren los palestinos, es decir, del conflicto, pero también de las injusticias políticas y sociales que vive en su sociedad; “por un lado tus representantes no respetan tus derechos, por otro la ocupación directamente no los reconoce y luego están las ayudas humanitarias, que lo único que hacen es engordar el pastel” sentenciaba.

Me encantó escucharla, me encantó el convencimiento que mostraba al decir “nos toca a la sociedad actual cambiar la situación, y dar de lado a los políticos corruptos” y ofrecer herramientas contundentes en la lucha como el boicot a Israel, acción que por cierto, podemos (y debemos) hacer los internacionales no consumiendo productos israelís, pero no los propios palestinos que viven en el país, puesto que incluso los productos del mercado están controlados.

Su testimonio calmó ese sentimiento desalentador que me taladraba, me dí cuenta que aún queda esperanza, y mientras quede hay que resistir, hay que luchar; ¡shukran Ra Na!

Y en esta línea de conversaciones alentadoras en el día de hoy, está la que mantuvimos con Mahmoud Zwher, activista y miembro del comité popular de su pueblo. Nos habló de estos comités, formados por grupos de personas que sin importar su ideología política, religión, etc; se unen, organizan y resisten. A través de acciones no violentas, lucha colectiva, periodismo ciudadano y creatividad; hacen gala de la digna resistencia palestina; esa que espero que un algún día cese, porque supondrá la resolución justa de este conflicto, de esta ocupación, este colonialismo.

¡FREE PALESTINE!

 

(Fabiola BR)

 

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comentarios
  1. Gracias por acudir a la cita un día más. Comparto tu desolación… es cuanto puedo decir hoy.

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